El legado del profesor Jacobo Ramírez sigue vigente en el mundo cultural y artístico de Yaracuy, gracias a su aporte innovador en el teatro y la formación de nuevos talentos. Ramírez nació en Barquisimeto en 1925 y llegó a San Felipe en 1959, donde inició una carrera que transformó el mundo cultural y artístico de la región.
Su hermano mayor, José María Gil Gil, conocido como Chegil, fue quien motivó su llegada a San Felipe y lo alentó a explorar el mundo del arte y la cultura. Jacobo Ramírez se enfocó en la preservación de la fauna, la flora y los recursos naturales, así como en la lucha contra las injusticias sociales. Además, siempre estuvo convencido de que el arte podía ser una herramienta para explorar e impregnar el mundo de lo posible en una sociedad gentil, cálida y apacible.
En su primer espectáculo en Yaracuy, "Zarzuela Española", Ramírez se dio cuenta del potencial artístico de la región y decidió establecerse allí. Integró la Escuela de Artes Plásticas "Carmelo Fernández", donde desarrolló proyectos escenográficos macros con mecanismos y efectos sorprendentes. Además, en el Liceo "Arístides Rojas" implementó su método de enseñanza, basado en una rigurosa disciplina de entrenamiento físico e intelectual, en donde las artes escénicas, musicales, pláticas y literarias se entrelazaban para moldear al nuevo hombre y a la nueva mujer para la vida.
Ramírez logró avances significativos en la enseñanza del teatro en Yaracuy, propiciando la incorporación del estado como punto de referencia por el alto nivel de las puestas en escena y las interpretaciones del elenco. Su método de enseñanza y su pasión por el arte lo convirtieron en un soñador visionario y en un hombre adelantado para su época.
Además de su labor docente, Jacobo Ramírez también destacó como director teatral y promotor cultural. Fue el responsable de la fundación de la primera Escuela de Teatro del Estado Yaracuy, certificando a 48 estudiantes durante los tres años de riguroso estudio. También se dedicó a las marionetas, donde caló muy bien ante los ojos del público infantil y el reconocimiento del gremio.
El legado del profesor Jacobo Ramírez ha sido continuado por su familia, quienes han seguido sus pasos en el mundo del arte y la cultura. Su hijo Rolando fue profesor de teatro universitario, mientras que sus nietos Mariyaguaika, Rolando y Royaiko son marionetistas clásicos. Su hijo Lusvio es gerente teatral y productor, y Yaicob es productor y técnico audiovisual. Su hija América es actriz, directora, investigadora y escritora, y ha seguido trabajando en la promoción y difusión del teatro y la cultura en Yaracuy.
En reconocimiento a su labor y aporte en el mundo cultural y artístico de Yaracuy, el Teatro del Complejo Cultural "Andrés Bello" lleva su nombre desde el 12 de octubre de 2010. La pieza en forma de medallón titulada "Mirada y pensamiento de Jacobo hacia el futuro", obra de arte donada al teatro en nombre de la familia Ramírez, es un recordatorio constante del legado del profesor Jacobo Ramírez.
En resumen, el profesor Jacobo Ramírez fue un precursor del teatro en Yaracuy, cuyo aporte innovador y pasión por el arte y la cultura transformaron el mundo cultural y artísticode la región. Su legado ha sido continuado por su familia y su nombre seguirá siendo recordado en el Teatro del Complejo Cultural "Andrés Bello" y en la historia cultural de Yaracuy.
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