Entrevistadora: Vanessa Acosta. El pasado 2 de mayo fue el Día Mundial de la Lucha contra el Bullying o Acoso Escolar. La fecha fue proclamada por la ONG Bullying Sin Fronteras y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Con la iniciativa, dichas organizaciones buscan crear conciencia sobre el riesgo del acoso escolar y el bullying en los niños y jóvenes en todo el mundo.
De acuerdo con Unicef, el acoso escolar o bullying (término en inglés), “es un fenómeno común en los entornos escolares de nuestros países de la América Latina y el Caribe, que afecta por igual a niñas, niños y adolescentes sin distinción de edad, etnia o nivel socioeconómico”.
Para Amanda Isturriaga, adolescente defensora de derechos humanos, que participa activamente en los Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap), es importante que los jóvenes que sufren acoso alcen su voz.
“Vas creciendo y vas conociendo qué es el bullying, cómo funciona. Te das cuenta de que no solamente sufre la víctima, sino también el victimario”, afirmó.
Ella habla desde la experiencia. Fue víctima de acoso escolar por ser muy delgada.
“Yo descubrí que esta compañerita, que me hacía bulling por mi físico, también sufría problemas por su físico y tenía ciertos antecedentes dentro de su familia que la hacía adoptar violencia contra los demás”, matizó.
En ese sentido, recalcó que hace falta mucha información en los centros educativos para que los propios niños y adolescentes lo puedan identificar.
Impacto del acoso escolar
Unicef hace énfasis en que tanto si supone violencia física, psicológica o ambas, el acoso escolar tiene un impacto significativo de corto, mediano y largo plazo en la vida de los niños, niñas y adolescentes involucrados.
Y ese impacto alcanza tanto a agresores, como víctimas y observadores.
“Este tipo de violencia es relevante porque afecta a la víctima disminuyendo su autoestima y confianza”, asegura la organización.
Todo ello, puede conllevar a que padezcan de frecuentes estados de ansiedad, depresión, autoagresión e incluso conducir al suicidio.
Hablan los jóvenes
Abordar la complejidad del acoso escolar en su justa dimensión, sin minimizarla, es responsabilidad de toda la comunidad educativa.
Es por eso que Cecodap reunió a más de 150 personas, entre estudiantes de educación media y universitaria, docentes y directivos de 24 centros educativos.
La intención del encuentro fue idear un protocolo de acción y prevención contra el acoso escolar.
De allí, surgió el documento “Diez prioridades para promover la convivencia y prevenir el acoso escolar”.
La guía fue creada por los jóvenes a partir de sus experiencias. Además, precisa el de ayuda que les gustaría recibir en caso de ser víctimas de bullying
“Lo más importante es que este documento fue hecho por y para adolescentes”, agregó Isturriaga.
Los adolescentes entregaron la guía a representantes del Ministerio de Educación.
Su objetivo es aportar ideas contra la violencia en las aulas, desde la voz propositiva de los niños, niñas y adolescentes, para la creación de políticas públicas en el futuro.
0 comentarios:
Publicar un comentario